Todavía no llegó diciembre y la temporada de la NBA está muy verde aún, por eso se hace necesario dosificar los calificativos cuando se habla de Emanuel Ginóbili y su San Antonio Spurs. Es que el equipo de Gregg Popovich dio vuelta un partido que llegó a perder por 21 (64-43 a 9’ del final del tercer cuarto) y en su visita a Minnesota ganó 113-109 en suplementario (habían igualado en 106), sumó su duodécima victoria consecutiva y se mantuvo como el mejor equipo de la NBA con 13 ganados y apenas uno perdido (de local frente a New Orleans).
El bahiense fue el goleador de su equipo y terminó la noche con una planilla de 26 puntos (4/7 dobles, 4/10 triples y 5/7 libres), 6 rebotes, 6 asistencias, 2 robos 1 tapa y 4 pérdidas en 38 minutos. La otra gran figura del partido fue Kevin Love del local, quién cerró con 32 puntos y 22 rebotes. Pero hubo una diferencia clave entre ellos que marca por qué Ginóbili es una de las grandes estrellas del certamen: en el último cuarto, cuando se definía el partido y su equipo necesitaba revertir una desventaja de 14 puntos (85-71), Manu anotó 14 y Love apenas 6.
"Este es el tipo de partido que clave para confirmar que luchamos de principio a fin sin importar el rival", explicó Manu tras el encuentro. "Además encontramos la manera de ganar con el apoyo de todos los jugadores", agregó. En este sentido, también fueron muy buenos los aportes de Gary Neal, a quien no le tembló la mano para emparejar el partido en 106 con tre tiros libres a 16" del final y de Antonio McDyess, autor de un tapón a Luke Ridnur en el segundo final del último cuarto y obligó a jugar el tiempo extra que definió el juego para los Spurs.
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